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Jun 06, 2023

Century 21 reabre como Century 21 NYC

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La tienda por departamentos reabrió en el Bajo Manhattan menos de tres años después de cerrar todas sus ubicaciones. Para algunos, se había sentido como una eternidad.

Por Emma Grillo

Aproximadamente dos horas después de que Century 21 reabriera como Century 21 NYC en el Bajo Manhattan el martes, el sistema de punto de venta de la tienda colapsó.

Fue hace menos de tres años cuando el minorista, querido por ofrecer etiquetas de diseñador con descuento, se declaró en bancarrota y cerró todas sus tiendas, desapareciendo del mapa comercial de la ciudad al igual que otros grandes almacenes legendarios, incluidos Abraham & Straus y Barneys.

En ese momento, Century 21 tenía 13 ubicaciones en cuatro estados. Pero podría decirse que ninguno fue tan popular como su ubicación principal en Cortlandt Street en el distrito financiero, que fue inaugurado en 1961 por dos primos, Al Gindi y Samuel Gindi, conocido como Sonny.

Después de cerrar en septiembre de 2020, la tienda principal quedó vacía porque la empresa, que entonces estaba a cargo de los propietarios de segunda generación Raymond, IG, Isaac y Eddie Gindi, todavía tenía un contrato de arrendamiento a largo plazo en el espacio. Más adelante en 2020, los Gindi compraron la propiedad intelectual de Century 21 en una venta por bancarrota con la esperanza de revivir eventualmente el negocio, dijo Teresa Rodríguez, vicepresidenta de marketing de Century 21 NYC.

Los clientes antiguos pueden encontrar la nueva tienda de Cortlandt Street, que ocupa cuatro pisos, más íntima que su predecesora, que ocupaba siete. También notarán que con el nuevo nombre ha llegado un nuevo logotipo. El inventario de la tienda también ha cambiado ligeramente: ahora incluye bolsos antiguos de Two Authenticators, un nuevo proveedor, que encuentra y autentica artículos de lujo de propiedad anterior que se venden a través de minoristas como Century 21 NYC.

Antes de que la tienda abriera al público el martes por la mañana, el alcalde Eric Adams pronunció un discurso e hizo la primera compra del día: una camisa de vestir azul de Eton por $129.99, más de la mitad del precio de lista de $275.

Cuando los primeros clientes entraron alrededor de las 11:30, se había formado una fila alrededor de todo el edificio. "He estado esperando que llegara este día, porque soy una compradora de Century y he sido una compradora de Century durante muchos años", dijo Gina Strachan, de 83 años, de Brooklyn. (La Sra. Strachan, al igual que otros clientes de mucho tiempo, se refirió a la tienda usando una versión abreviada de su nombre).

El primer piso, que ofrece fragancias, anteojos, bolsos y otros accesorios, se llenó rápidamente. Muchos compradores gravitaron hacia el centro del piso, donde los asociados de ventas armados con llaves se pararon junto a vitrinas cerradas llenas de bolsos de Louis Vuitton, Saint Laurent y Gucci.

A las 12:30, las filas en las cajas registradoras se habían hecho más largas y las escaleras mecánicas estaban abarrotadas. Los primeros en llegar ya estaban saliendo, y algunos, incluido Jamz Putra, iban con las manos vacías. Putra, de 27 años, de Manhattan, había venido en busca de artículos de Balenciaga y Vetements, con la esperanza de revenderlos para obtener una ganancia. "Extrañaba este lugar", dijo Putra, y agregó que aunque no había encontrado nada que pudiera revender, planeaba regresar.

Cuando el sistema de punto de venta dejó de funcionar esa tarde alrededor de la 1:30, estalló la confusión cuando las filas se hicieron aún más largas y los empleados pidieron a la gente que esperara pacientemente. Los guardias de seguridad cerraron la tienda a nuevos clientes y las filas comenzaron a formarse afuera nuevamente. Los empleados aprovecharon la pausa, reabasteciendo los estantes vacíos y reorganizando las pantallas que habían sido derribadas.

A las 2:30, las cajas registradoras estaban en pleno funcionamiento y los compradores volvían a entrar. En el piso del sótano, que ofrece zapatos, ropa para niños y equipaje, un hombre y una mujer amontonaron sus compras en una maleta antes de empujar hacia las escaleras mecánicas llenas de gente, explicando que tenían que tomar un avión.

En el primer piso, Vladimir Dzuro, de 61 años, de Manhattan, se detuvo para posar en una pequeña alfombra roja que se había habilitado como un lugar para que la gente se tomara fotos. Cuando otro cliente tomó su foto, los dos tuvieron una breve conversación sobre lo emocionados que estaban de que la tienda hubiera reabierto antes de que se dirigieran por caminos separados para comprar.

El Sr. Dzuro dijo que él y su esposa, que planean mudarse a la República Checa en octubre después de 15 años de vivir en Nueva York, estaban felices de poder comprar nuevamente en Century 21 antes de irse de la ciudad. Agregó que tenían familiares de visita en junio y tenían la intención de llevarlos a la tienda.

Mientras examinaba la selección de perfumes, Anna Evans dijo que su afición por Century 21 no se debía solo a sus ofertas. La Sra. Evans, de 37 años, de Manhattan, dijo que la tienda había sido una gran parte de su infancia.

"Es tan nostálgico para mí", dijo. “Llevo años esperando la reapertura”.

Después de hojear un poco, la Sra. Evans dijo que su impresión era que la nueva tienda "no era tan buena" como lo había sido en el pasado. Pero agregó: "Acabo de entrar, así que necesito más tiempo".

Una versión anterior de este artículo incluía una anécdota de un comprador de Staten Island. Después de la publicación, The Times se enteró de que el comprador había proporcionado un nombre falso. El pasaje ha sido eliminado del artículo.

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